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lunes, agosto 26, 2013

Quedate con tu tenedor

CVCLAVOZ - Hace poco escuché una historia acerca de una mujer que había sido diagnosticada con una enfermedad incurable y a la que le habían dado sólo tres meses de vida. Así que empezó a poner sus cosas “en orden”. Contactó a su mejor amiga y la citó en su casa para discutir algunos detalles de su última voluntad.
Hizo una lista con las canciones que quisiera que se cantaran durante el servicio de cuerpo presente, los pasajes para ser leídos y hasta el traje que debía tener puesto. También solicitó ser enterrada con su Biblia favorita. Parecía estar cubierto cada detalle, la amiga se disponía a irse cuando la mujer recordó algo muy importante para ella, que aún le gustaría agregar:
-          “Hay algo más”, dijo.
-          “¿Qué es?” respondió la amiga con sorpresa.
-          “Esto es muy importante”, continuó la mujer. “Quiero ser enterrada con un tenedor en mi mano derecha.”
-          La amiga se quedó extrañada mirando a la mujer, sin saber exactamente qué decir.
-          “Eso te sorprende, ¿o no?” preguntó la mujer.
-          “Bueno, para ser honesta, estoy intrigada con la solicitud”, dijo la amiga.
-          “En todos los años que he asistido a matrimonios, cumpleaños y toda clase de eventos sociales y en todos pude ver que cuando recogían los platos, alguien inevitablemente decía, ‘Quédate con tu tenedor’. Era mi parte favorita porque era el anuncio de que aún traerían algo delicioso como un pastel de chocolate o dulce de manzana, entonces me preparaba para disfrutar lo mejor. Por lo cual, quiero que la gente al verme dentro de mi ataúd con un tenedor en mi mano, se pregunten ‘¿Qué significa esto?’. Después, amiga mía, quiero que les expliques: ‘Se quedó con su tenedor porque aún cree que lo mejor está por venir”.
Los ojos de la fiel amiga se llenaron de lágrimas de alegría, mientras se despedía de la mujer con un sentido abrazo. Íntimamente sabía que sería una de las últimas veces que la vería antes de su muerte. Se quedó reflexionando y asombrada en extremo por la admirable seguridad que esta mujer tenía acerca de la felicidad que le esperaba en la vida eterna.
En el funeral la gente pasaba por el ataúd de la mujer y veían el precioso vestido que llevaba, su Biblia favorita y el tenedor puesto en su mano derecha. Una y otra vez la amiga oyó la pregunta: “¿Por que un tenedor?” y con una sonrisa daba siempre la misma respuesta: Ella tiene un tenedor en la mano, porque está preparada para recibir lo mejor.
Debiéramos vivir con la certeza de que lo mejor aún está por venir y que nuestra vida es una constante preparación para la que vendrá. Recuerda que somos extranjeros, peregrinos en ésta vida y que si bien todo aquí es pasajero, nuestras decisiones serán las que definirán nuestro futuro eterno.
“Recuerden que el Padre celestial, a quien ustedes oran, no tiene favoritos. Él los juzgará o los recompensará según lo que hagan. Así que tienen que vivir con un reverente temor de él mientras sean «extranjeros en la tierra»”.1 Pedro 1:17 (NTV).
La próxima vez que tomes un tenedor en tus manos, recuerda que lo mejor está por venir y esfuérzate cada día más por dar lo mejor de ti de manera que seas un ejemplo de una vida íntegra, de una persona que pensaba y veía más allá de las circunstancias terrenales, no sólo pensando en esta vida sino en la que vendrá.
Anny CVCLAVOZ
 
 
Ana María Frege Issa
CVCLAVOZ
 Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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