Pese a que algunos especialistas defienden esta costumbre por los beneficios que ésta les aporta a la salud del recién nacido, la investigación reforzó la relación que guardan la mayoría de los decesos de los infantes con en “bed sharing”, es decir, cuando los bebes duermen en una misma cama con sus padres o hasta animales.
Otra de los resultados arrojados por la investigación fue que los niños de hasta un año poseen más riesgos si existen objetos, almohadas, mantas o peluches en la cama. Sin embargo, los investigadores aún no precisan con exactitud el aumento del peligro que conllevan estas prácticas.
Con información de Muy Interesante
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