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jueves, octubre 24, 2013

Maldito el que hiciere indolentemente la obra de Jehová




Jeremías 48:10 Maldito el que hiciere indolentemente la obra de Jehová, y maldito el que detuviere de la sangre su espada. 

La negligencia y apatía al trabajo de la obra de DIOS es un pecado que casi no se nombra en la iglesia...se dan ordenes que el obrero no cumple y responden muy tranquilo NO PUDE PASTOR ESTABA MUY OCUPADO...ocupado en que ? Pues da pena ajena escuchar su explicacion...todo interesa y es mas importante QUE LA OBRA DE DIOS...y en el púlpito los oye con esa energía ...POR MI CRISTO daría la vida y terminan diciendo YO ESTOY DEDICADO A LA OBRA DE DIOS LAS 24 HORAS DEL DIA...reflexionemos sobre lo que estamos haciendo con nuestra vida ....BASTA YA DE ENGAÑARNOS NOSOTROS MISMOS...recuerda el mensaje de los cielos ......MALDITO TODO AQUEL QUE HICIERE LA OBRA DE DIOS NEGLIGENTEMENTE ....LO QUE EL HOMBRE SEMBRARE TAMBIÉN LO COSECHARA....Es hora hoy mismo de arrepentirnos de este monstruoso PECADO .......VAMOS TODOS A TRABAJAR EN LA VIÑA DEL SEÑOR CON ALEGRÍA CON PRONTITUD Y MUY BIEN HECHAS........
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3 comentarios:

  1. Roxanne Palacios14 de abril de 2015, 6:14

    LA FALTA DE ORACION , Y DE UNA GENUINA CONVERSION A CRISTO ES LO QUE REFLEJA UNA VIDA SIN PASION Y ENTREGA HACIA DIOS Y EL SERVICIO A LA HUMANIDAD POR ESA RAZON SE HACE LA OBRA DE DIOS VANAMENTE Y ESO NO LE SIRVE A DIOS Y NO LE AGRADA ., Y ESTAN EXPUESTOS A SER VOMITADOS ., Y EXPULSADOS COMO ESCORIA QUE CORROMPE LA FE.

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  2. Roxanne Palacios14 de abril de 2015, 6:16

    SER O NO SER ., A DIOS NO LE AGRADA LA FALSEDAD ,NI LA MEDIOCREIDAD., ES HORA DE SER AUTENTICOS Y REALES ., DIOS CONOCE A TODOS LOS HOMBRES ., Y MUCHO MAS A LOS QUE DICEN SER LLAMADOS '' sus siervos'' .

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  3. uriastop13 de mayo de 2018, 10:57

    La negligencia, sinónimo de desobediencia en este caso. Un pecado oculto, amigo intimo de la mentira y la flojera. Lo triste es ver como cristianos juegan con la obra de Dios, tomando los mandatos de Dios como inexistentes, haciendo caso omiso a la labor pura del evangelio, algo que ni si quiera debía predicarse, se observa de continuo a pastores recordando exigencias bíblicas, que a un amante de la obediencia le nace seguir como cosa natural impulsada por el AMOR, como nada un pez en el agua

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