Desde hace más de 2000 años, el
24 de diciembre, la mayor parte de la humanidad comienzan a celebrar mi
cumpleaños. Normalmente hacen una gran fiesta en mi honor y supongo que este año
sucederá lo mismo.
Es
bueno saber que al menos un día al año algunas personas se acuerdan de
mí.
Cuando al principio empezaron a
celebrar mi cumpleaños, era para agradecerme por todo lo que había hecho por
ellos, pero ahora, muy pocos saben por qué y para qué se
reúnen.
Recuerdo que en una de estas fiestas, había un
cartel, que decía: “Bienvenidos hoy celebramos el
cumpleaños de Jesús”. La decoración era muy hermosa,
la mesa estaba llena de comida deliciosa y sobre todo, había un montón de cajas
llenas de regalos.
Me
sentí muy feliz y pensé lo bien que iba a pasar esa noche, hacía mucho tiempo
que no disfrutaba de una fiesta en mi honor, como esta.
Comenzaron a llegar los primeros
invitados que hablaban animadamente, pero comencé a notar algo raro. En ninguna
de las conversaciones hablaban de mí, nadie me nombro en ningún momento. De
pronto todos se sentaron a la mesa y comenzaron a comer, sin darse cuenta de que
no había ninguna silla para mi y ni siquiera dijeron: “Feliz
Cumple”
Así fueron pasando las horas
mientras yo contemplaba la situación desde un rincón.
Pero pensé que quizás alguno de
estos regalos podría ser para mí y por eso decidí quedarme y
esperar.
Antes de media noche, llego un
anciano de barbas muy blancas y todos los niños corrieron hacia el gritando,
parecía que el hombre era el encargado de repartir los regalos. En este preciso
instante sonaron las campanadas que anunciaban la media noche y todos comenzaron
a besarse y abrazarse sin hacerme el más mínimo caso.
Como estaban repartiendo los regalos, me acerqué a ver si alguien me daba el mío, pero no, nadie me dio nada.
Como estaban repartiendo los regalos, me acerqué a ver si alguien me daba el mío, pero no, nadie me dio nada.
Comprendí entonces que yo no
tenía nada que hacer en esa fiesta y salí de ese lugar con una gran tristeza en
mi corazón.
¿Por qué te
cuento todo eso, te preguntaras?
Pues te lo cuento porque quiero
decirte, que como casi nadie me invita, yo voy a hacer mi propia fiesta. Será
una fiesta fantástica, maravillosa, como jamás nadie se ha
imaginado.
Ahora mismo
estoy haciendo los últimos arreglos y enviando las invitaciones. Espero que ya
hayas recibido la tuya, de hecho, constantemente te estoy mandando invitaciones.
Si quieres estar en mi fiesta, tendrás que decírmelo para que pueda reservarte un lugar y escribir tu nombre en mi lista de invitados. Porque aquellos que no respondan a mi invitación no podrán asistir.
¡Cuanto deseo verte en mi fiesta!
Si quieres estar en mi fiesta, tendrás que decírmelo para que pueda reservarte un lugar y escribir tu nombre en mi lista de invitados. Porque aquellos que no respondan a mi invitación no podrán asistir.
¡Cuanto deseo verte en mi fiesta!
Quisiera que
esta Navidad me permitas entrar a tu vida, que reconozcas que hace más de 2000
años vine a este mundo para dar mi vida por ti en la cruz y de esta forma poder
salvarte. Sólo quiero que tú creas esto en tu corazón y respondas a mi
invitación.
"Por cierto prepárate porque cuando todo esté listo para la fiesta, te llevaré allí de sorpresa"
"Por cierto prepárate porque cuando todo esté listo para la fiesta, te llevaré allí de sorpresa"
¡¡Feliz Navidad!!
Jesús
BUSCAD A JEHOVA MIENTRAS PUEDA SER HALLADO
ISAIAS 55:6
Pastor y Amigo Asdrúbal Rivero
que Dios te Bendiga
ISAIAS 55:6
Pastor y Amigo Asdrúbal Rivero
que Dios te Bendiga
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