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martes, julio 30, 2013

"El crecimiento espiritual"


 
“El crecimiento espiritual” (1° parte)

 

INTRODUCCIÓN

Cuando un matrimonio tiene un bebé, lo primero que le consulta al pediatra es cómo está siendo su crecimiento. Luego de efectuar las mediciones correspondientes, el médico compara los resultados con una “curva de crecimiento” y saca sus conclusiones. En lo espiritual, nosotros también tenemos un crecimiento y nuestra estatura va cambiando. Sin embargo, no siempre los resultados son positivos. En la clase de hoy hablaremos acerca de nuestra estatura espiritual y de cómo lograr que nuestro crecimiento no sea obstaculizado.

 

DESARROLLO

Dios desea que alcancemos la estatura espiritual de Cristo. Para ello, es necesario que dejemos de compararnos con otros, comencemos a poner la mirada en Jesús, observando su ejemplo en la Biblia y seguirlo. Esto es lo que nos desafía a crecer.

 

La falta de crecimiento en un hijo, como decíamos en la introducción, genera preocupación en los padres. De igual manera, si comenzamos a estancarnos y dejar de crecer, nuestro Padre Celestial lo advertirá y esperará un cambio de actitud. Dios desea hijos saludables, dispuestos a alcanzar la plenitud en todos los órdenes de la vida.

 

Claro que si decimos que queremos crecer, pero no estamos dispuestos a perdonar, o a tener fe en medio de una lucha, o a leer la Palabra, es difícil que el deseo se plasme en la realidad. Una persona que crece, es una persona que le cree a Dios, avanza y es de bendición a otros, a pesar de las circunstancias que le toque atravesar.

 

Dando lo máximo de ti, donde te toque estar

En 2 Pedro 3:18 el Apóstol también nos desafía a crecer, lo cual señala una decisión propia.  Es tiempo de decidirse a buscar más de Dios y comprometerse con la obra para poder conocer más de lo que el Señor tiene para cada una de nuestras vidas. Pero no todos tenemos que crecer en lo mismo. En Efesios 4:11-15 vemos los ministerios que el Señor dispuso para su congregación. Fuimos justificados en Cristo para poder ser parte de su cuerpo, la iglesia. Pero también hay una santificación progresiva, un proceso que va siendo regulado de acuerdo a nuestra decisión de rendirnos a Dios.

 

Asimismo, en la Palabra vemos que no todos somos llamados a cumplir exactamente la misma tarea, sino que cada uno es capacitado por Dios para algo especial. Así como alcanzamos nuestra máxima estatura cuando nos ponemos en puntas de pie, si el dedo gordo no estuviera ahí, esto sería casi imposible. ¿Cuán visible y apreciado es nuestro primer dedo del pie para nosotros? Casi pasa desapercibido, sin embargo es vital. Lo hermoso de esto es que podamos apreciar el lugar donde estamos y dar lo máximo de nosotros mismos para crecer en todo sentido (Filipenses 1:6).

 

Las causas del estancamiento

En las Escrituras podemos observar algunos ejemplos de personas que en lugar de crecer y avanzar en fe, en algún momento de sus vidas se detuvieron. Es por eso, que a continuación analizaremos las causas del estancamiento espiritual:

1)      La tentación de quedarse a mitad de camino. En la familia de  Abraham, vemos este ejemplo. En Génesis 11:31-32 vemos que Abraham, vivía junto a su familia en Ur de los Caldeos. Una nación pagana, llena de dioses falsos. Hasta que Dios lo llama para salir de allí y dirigirse hacia la tierra prometida (Canaán). Es así que parte, junto a su padre, su esposa y parentela. En Harán deciden parar y curiosamente el padre de Abraham no continua más su viaje. Una parte de su familia decidió quedarse a mitad de camino en lugar de seguir hacia lo que Dios tenía para ellos. Si bien habían comenzado bien y habían dejado todo de lado para obedecer a Dios, por alguna razón, se quedaron a mitad de camino. El estancamiento tiene que ver con esto, con comenzar bien pero en algún momento permitirle a las heridas o problemas que nos corten el camino hacia la bendición. Es conformarse con algo cuando podemos tener todo. El crecimiento en Dios, no conoce de límites. Tenemos que buscar estar plenamente mejor, en cada área de la vida. El Señor desea para ti la victoria completa. De igual manera que Abraham, no se conformó, sino que leemos en Génesis 12:1-5, retomó el camino y continuó viaje hacia la bendición total.

 

2)      Lo bueno muchas veces es el enemigo de lo mejor. Lo que nos detiene y nos estanca es el conformismo. En lo espiritual, el conformismo no existe, puesto que siempre Dios tiene preparado más por delante. En el mundo hay limitaciones, pero cuando te arrodillas en tu casa, no importa tu condición social o la circunstancia por la que estás atravesando, ¡allí cuando decides buscar de Dios, alcanzas los tesoros y secretos guardados que solo los hijos del Señor pueden obtener! En Romanos 12:2 la Palabra nos motiva a no estancarnos, a no acomodarnos a las costumbres de este tiempo, sino a buscar más de Dios e ir en busca de lo mejor. ¡Es tiempo de buscar la plenitud! Luego de Abraham, el pueblo de Israel terminó en Egipto, donde tuvo que atravesar 400 años de esclavitud. Con el ministerio de Moisés, el pueblo salió de allí para recuperar la tierra prometida. Sin embargo, vemos en Números 32:5-6 que dos de las tribus de Israel, en lugar de atravesar el Jordán y conquistar la promesa, prefirieron conformarse en un lugar cómodo. El gran enemigo del crecimiento es la lucha que hay entre lo bueno y lo mejor. Ellos estaban frente a lo mejor, y se conformaban con lo bueno. La historia continúa con que Moisés los insta a acompañarlos a la conquista, porque su egoísmo estaba desanimando al resto del pueblo. Cuando alguien se conforma, se estanca y cuando lo hace, afecta para mal a los que lo rodean. No solo es su problema, sino que también es el de los que están a su lado. No crecen ni dejan crecer a los demás. Por tanto, no te quedes estancado porque Dios tiene más para tu vida. Anímate a ir en pos de lo mejor!

 

Las razones del estancamiento

¿Por qué se produce el estancamiento? Podemos entender que el dejar de perseverar en el crecimiento, se puede deber al temor al fracaso. Tal vez situaciones pasadas traen duda en el momento de avanzar. O puede que el perfeccionismo nos haga buscar un ideal que resulta inalcanzable y por lo tanto frene nuestro crecimiento. De una u otra forma, no debemos permitirle al enemigo cortar nuestro camino hacia el cumplimiento de las promesas de Dios en nuestra vida.

 

Asimismo debemos darlo todo para seguir avanzando. Así como Dios le dijo a Josué (Josué 1) que se esforzara y fuera valiente, así también nosotros debemos ofrecerle al Señor nuestra mejor actitud y confianza ya que Él se encargará de los milagros y las maravillas. Dios espera lo mejor de ti puesto que lo que tiene preparado, si aceptas el desafío de crecer, es mucho mejor de lo que imaginas!!

 

CONCLUSIÓN

Por tanto, es tiempo de analizar como está tu estatura espiritual. ¿Has estado creciendo o te has estancado? Dios desea que continúes el viaje hacia lo mejor. Para ello es necesario que apartes los temores, el perfeccionismo y te esfuerces al máximo por dar lo mejor donde Dios te ha puesto. Por más que puedan surgir obstáculos, no te quedes a mitad de camino, avanza y deshecha todo lo que te frene en lo espiritual. Si así lo decides, tu crecimiento será sorprendente! ¡Anímate a entregarte a los brazos de tu Creador sin límites!

 

Preguntas de reflexión:

1)      ¿Sientes que te has estancado?

2)      ¿Hubo alguna herida o frustración que detuvo tu crecimiento?

3)      ¿Cómo lograr seguir adelante?

Año 2013

Iglesia “Rey de Reyes”

Pastores Claudio y Betty Freidzon

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