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lunes, diciembre 09, 2013

Conozca las diez investigaciones realizadas en 2013 sobre la grasa y los alimentos que engordan

Foto: Cortesía El Confidencial
(Encarnación.py) La nutrición no solo es un tema de estética, sino de salud pública, recientemente la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, aseguró a través de un informe que la subalimentación en Latinoamérica afecta a 47 millones de personas en una población total de 600 millones de habitantes.
Es por ello, que en el año en curso se han realizado diversas investigaciones para determinar cuáles son los alimentos que hacen engordar y estudios más avanzados sobre la grasa.
Acá las diez investigaciones de 2013:
1. Los gordos tienen peor memoria
Las personas de mediana edad con una gran masa abdominal tienen tres veces más posibilidades de tener problemas de memoria o sufrir demencia cuando envejecen. Es la principal conclusión de un estudio del Rush Medical Center de Chicago, que apunta a que el problema es causado por una proteína que se utiliza en el hígado y el hipocampo (la zona del cerebro responsable de la memoria). Cuanto más necesita la proteína el hígado para quemar grasa abdominal, menos puede usarla el cerebro, lo que a la larga provoca problemas en el hipocampo y, por ende, en nuestra memoria.
2. El chocolate ayuda a reducir la grasa abdominal


Aunque para muchas personas el chocolate es un auténtico vicio, todos sabemos que se trata de un alimento entre cuyas cualidades no está ayudarnos a adelgazar. Sin embargo, según un estudio europeo publicado en la revista Nutrition y dirigido por investigadores de la Universidad de Granada, los adolescentes que comen mucho chocolate tienden a tener un abdomen más estilizado y un menor Índice de Masa Corporal.


3. Pasar frío y comer picante ayuda a quemar grasa
Un equipo de científicos japoneses ha llegado a la conclusión de que el frío y los chiles pueden ayudar a quemar grasas. Ambos parecen incrementar la presencia y la actividad de las células del tejido adiposo “marrón”, que queman grasa en vez de almacenarla, como hacen las células del tejido adiposo “blanco”. El estudio ha sido el primero en mostrar que la actividad de estas células propias de la grasa “marrón” puede acelerarse en personas que apenas tienen este tipo de tejido.


4. La grasa llama a la grasa
Según una investigación realizada con ratones por la Universidad de California, una de las razones por las que más nos cuesta cambiar de dieta y abrazar una alimentación saludable es que los regímenes en los que se come mucha grasa interfieren en las conexiones entre el intestino y el cerebro. Esto hace que las personas que consumen muchos alimentos grasos tengan que comer más para sentirse satisfechos, lo que hace que les cueste más tener una alimentación saludable.


5. La grasa saturada afecta a la fertilidad masculina
Según un estudio del Rigshospitalet de Copenhage, los jóvenes que comen muchas grasas saturadas tienen un recuento de espermatozoides significativamente menor que aquellos que mantienen una dieta saludable. Según los investigadores, esto podría explicar, además, por qué los niveles de espermatozoides están disminuyendo en todo el mundo.


6. El yogur desnatado engorda más de lo que crees
Muchos de los productos etiquetados como light sustituyen un nutriente que supuestamente engorda mucho por otro que, en teoría, engorda menos. Pero la ecuación no es satisfactoria para todas las personas, ni en todos los productos. Es lo que, según la organización Nutrition Science Initiative, dirigida por el periodista y científico Gary Taubes, ocurre con el yogur desnatado. En este producto la grasa es sustituida por hidratos de carbono y azúcares básicos, de fácil digestión, que acaban haciendo que engordemos debido a que provocan una mayor resistencia a la insulina. Al final, dejamos de comer grasa para acabar comiendo azúcares que nos hacen acumular más grasa.


7. La grasa es mala, pero el azúcar es peor
Esta es una de las afirmaciones que más se están extendiendo en círculos científicos en los últimos años. La demonización de la grasa ha hecho que la gente consuma más carbohidratos y azúcares, lo que podría acabar siendo contraproducente. En un número reciente del British Medical Journal, el cardiólogo británico Aseem Malhotra aseguraba que “es el momento de romper el mito del papel de las grasas saturadas en las enfermedades del corazón”, pues, en su opinión, esta afirmación ha contribuido a que crezca la obesidad.


8. Los impuestos sobre el azúcar funcionarían (o quizás no)
La posibilidad de crear un impuesto sobre los azúcares, o limitar el tamaño de los refrescos, ha sido uno de los debates del año. Según un estudio británico, un impuesto de un 20% sobre las bebidas azucaradas reduciría la obesidad en ese país en 180.000 personas. El impuesto haría que la venta de refrescos bajara en un 15%. En cualquier caso, los nutricionistas no se aclaran en este asunto: hay estudios que aseguran que el gravamen no serviría para nada.


9. Si tu equipo pierde, comerás peor
A cualquier fanático del deporte le afecta psicológica e, incluso, físicamente, las victorias y derrotas de su equipo; y en lo que respecta a la comida esto puede ser importante. Según un estudio publicado recientemente en la revista Psychological Science, el consumo de grasas saturadas de los aficionados al futbol crece un 28% cuando pierde su equipo y disminuye un 16% cuando gana. Eso sí, como reconocía al New York Times uno de los investigadores, “ninguno come brócoli después del partido”.


10. El bacón (tocineta) no será saludable, pero nos encanta
Un equipo de la revista Wired analizó todas las recetas de la web Food Network (un conocido sitio estadounidense que reúne miles de preparaciones de distintos chefs), y los comentarios y puntuaciones que los usuarios dejaron en éstas, y llegó a la conclusión de que las comidas con bacón son las que más nos gustan. Menos los postres y la pasta, el resto de recetas recibían mejor puntuación sólo por llevar bacón.

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