HABITANDO BAJO EL ABRIGO DEL ALTÍSIMO

LECTURA: SALMO 91.
TEXTO PARA MEMORIZAR: Salmo 91:1....

“El que habita al abrigo del Altísimo, Morará bajo la sombra del Omnipotente.”
Introducción: El Salmo 91 contiene una serie de promesas, para aquellos que nos refugiamos bajo el
abrigo del Altísimo. Habitar al Abrigo del Altísimo, es vivir en su presencia, confiando y esperando en
Él, sabiendo que todo tiene su tiempo. Dios sabe lo que hace; Él quiere lo mejor para nosotros.- La vida
de José y Daniel, son buenos ejemplos de hijos obedientes que habitaron al Abrigo del Altísimo.-I. SUS PROMESAS. 1. Morar bajo la sombra de Jehová. Sal. 91:1; Sal. 61:4.
2. Nos libra del lazo del cazador. Sal. 91:3; Sal. 124:7.3. Nos libra de la peste destructora. El Señor le dijo a los hijos de Israel que, el día que le
desobedecieran, traería sobre ellos pestilencia. Lv. 26:25, Sal. 91: 3 y 6.
4. Debajo de sus alas hay seguridad. Sal. 57:1; 91:4.
 
II. SU AYUDA OPORTUNA.
1. No habrá temor, porque Él estará con nosotros. Sal. 91:5; 23:4.
2. Aunque se levanten miles de enemigos, Jehová nos ayudará. Sal. 118:10-13.
3. No le vendrá mal al que se refugia en Dios. Sal. 91:10; Pr.12:21.
4. Envía sus ángeles para que nos guarden en todos nuestros caminos. Sal. 91 11-12; 34:7.
5. No hay mal que prevalezca contra los hijos de Dios. Sal. 91: 12-13; 10:16-18.
6. Dios exalta, al que ha puesto su amor en Él. Sal. 91:14; Dt. 26:18-19.
7. Cuando invocamos su nombre, Él nos responde. Sal. 91:15; Sal. 50:15.
8. Nos da vida y salvación. Sal. 91:16; Sal. 50:23.
 
III. CUANDO CALLÓ PLAGA DE LAS TINIEBLAS SOBRE LOS EGIPCIOS, ISRAEL TENÍA LUZ, PORQUE
ESTABA BAJO EL ABRIGO DEL ALTÍSIMO. Ex. 10: 22-23.
 
1. Bueno es al hombre abrigarse bajo las sombra de sus alas. Sal. 36:7.
2. Abrigarnos en su sombra es lo mejor que podemos hacer, hasta que pasen los quebrantos. Sal. 57:1.
3. El Salmista se regocijaba bajo la sombra de sus alas. Sal. 63:7.
 
Conclusión: El Salmo 91, es la revelación de las cosas que Dios tiene reservadas para sus hijos
obedientes que vivimos bajo el Abrigo del Altísimo. Oremos para que nuestros hermanos descarriados
regresen; porque nuestro Padre los está esperando, para hacer fiesta y vestirlos con el Abrigo
Misericordioso del Altísimo.