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lunes, septiembre 30, 2013

Prefiero esperar

huirCVCLAVOZ José, un joven de hermoso semblante, se encontraba trabajando en la casa de su amo. La mujer de éste lo acosaba a diario para que tuviera  relaciones sexuales  con ella, pero José rehusaba sus intenciones respondiendo que de hacerlo, no solo defraudaría a su amo que tanto confiaba en él, sino principalmente a Dios.
Un día dicha mujer, dispuesta a hacer que José cayera en sus garras, le quitó la ropa y quiso acostarse con él, mas José fue sabio y huyó del lugar.
¿Te imaginas qué hubiera pasado si José  se quedaba a luchar contra la tentación? Seguramente hubiera sucumbido a la tentación, pero él conociendo sus propias
 limitaciones, simplemente huyó.
 
La Biblia menciona un pasaje muy importante:
Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor”. 2 Timoteo 2:22
Esta palabra no nos dice que luchemos, contra la tentación sino que lisa y llanamente  huyamos. En otros casos la Biblia nos indica que debemos luchar, pero en esta oportunidad específica nos dice que debemos huir,  especialmente de las tentaciones sexuales.
Muchos jóvenes están luchando contra sus deseos carnales, puesto que la televisión, revistas y hasta el internet los instan a comenzar su vida sexual, mucho antes de lo adecuado y  sin el compromiso del matrimonio. Parece haberse instalado el principio:  si todos lo hacen ¿por qué yo no debo hacerlo?
El sexo antes del matrimonio se ha vuelto muy común en estos tiempos porque muchos jóvenes buscan disfrutar el momento sin darse cuenta que se hacen daño a sí mismos. Sin embargo Dios creó el sexo para ser disfrutado dentro del ámbito del matrimonio.
Las relaciones prematrimoniales o extramaritales, no solo constituyen un pecado, sino que además nos expondría a embarazos no deseados, abortos, enfermedades de transmisión sexual y demás consecuencias de estos actos.
La abstinencia es la mejor solución para todos estos males, salva las vidas de los bebés,  da el valor adecuado a las relaciones sexuales y  lo más importante, honra a Dios, diciendo no cuando otros dicen sí. Buscando en primer lugar agradarle a El, antes de plegarse a la corriente del mundo.
José podría haberse dejado seducir por la esposa de Potifar, sin embargo prefirió la abstinencia, por obediencia a Dios, quien muy pronto recompensó su fidelidad.
Y tú, ¿estás dispuesto a esperar hasta el matrimonio? Si ves que caes una y otra vez en las mismas tentaciones, ¿no será tiempo de imitar a José y huir sabiamente de ellas?


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Lourdes Villarroel
CVCLAVOZ

Este artículo fue producido por Radio Cristiana CVCLAVOZ.

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