domingo, noviembre 10, 2013
DESECHANDO LO QUE NO SIRVE
Entrando en confianza:
En 1520,un hombre bajó de un barco español en México y causó la muerte a miles de personas. El hombre era un soldado bajo el liderazgo de Pánfilo de Narváez, y tenía varicela
. El soldado no lo sabía, pero adondequiera que iba exponía a los ciudadanos a una nueva enfermedad. Como resultado de la consiguiente epidemia de varicela murieron muchos miles de ciudadanos mexicanos.
Un hombre. Eso fue todo lo que se necesitó. Su contacto con mexicanos que no sospechaban nada condujo a una horrible y dolorosa calamidad. Los efectos devastadores de esa enfermedad viajaron de una persona a otra e infectaron a un gran segmento de la población.
La propagación de cualquier enfermedad mortal es similar a la propagación de una enfermedad espiritual que a veces afecta a las iglesias: la enfermedad del chisme y las palabras que no edifican (Efesios 4:29-32).Entrando en el Tema LECTURA: HEBREOS 12: 1-29
12:1 Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,
12:2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
12:3 Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar.
12:4 Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado;
12:5 y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige, diciendo:
Hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor,
Ni desmayes cuando eres reprendido por él;
12:6 Porque el Señor al que ama, disciplina,
Y azota a todo el que recibe por hijo.
12:7 Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina?
12:8 Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos.
12:9 Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedeceremos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos?
12:10 Y aquéllos, ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero éste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad.
12:11 Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.
12:12 Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas;
12:13 y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado.
12:14 Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.
12:15 Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados;
12:16 no sea que haya algún fornicario, o profano, como Esaú, que por una sola comida vendió su primogenitura.
12:17 Porque ya sabéis que aun después, deseando heredar la bendición, fue desechado, y no hubo oportunidad para el arrepentimiento, aunque la procuró con lágrimas.
12:18 Porque no os habéis acercado al monte que se podía palpar, y que ardía en fuego, a la oscuridad, a las tinieblas y a la tempestad,
12:19 al sonido de la trompeta, y a la voz que hablaba, la cual los que la oyeron rogaron que no se les hablase más,
12:20 porque no podían soportar lo que se ordenaba: Si aun una bestia tocare el monte, será apedreada, o pasada con dardo;
1
2:21 y tan terrible era lo que se veía, que Moisés dijo: Estoy espantado y temblando;
12:22 sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles,
12:23 a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos,
12:24 a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel.
12:25 Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos.
12:26 La voz del cual conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo.
12:27 Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las cosas movibles, como cosas hechas, para que queden las inconmovibles.
12:28 Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia;
1
2:29 porque nuestro Dios es fuego consumidor.
TEXTO PARA MEMORIZAR: 2 CORINTIOS 7:1
Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.
Escrito está: Si alguno está en Cristo nueva criatura es… las cosas viejas pasaron y todas son hechas nuevas.- desechemos la mentira, el enojo, toda raíz de amargura y murmuración para que abunden en nosotros los frutos del Espíritu…
1. la mentira
a. Expresión contraria a la verdad.
b. Cosa ilusoria, sin fundamento: según un pesimista, la felicidad no es más que una mentira.
2 el enojo
Sentimiento que una persona experimenta cuando se siente contrariada o perjudicada por otra o por una cosa, como ante una falta de respeto, una desobediencia o un error
3 toda raíz de amargura
a. ( Raíz. Origen, principio o causa de una cosa)
b. Disgusto o tristeza, especialmente por no haber podido satisfacer una necesidad o un deseo:
Ej. recuerda con amargura todas las ilusiones rotas de su infancia.
4. Murmuración.
Conversación en la que se habla mal de una persona que no está presente.
I. LOS CONFLICTOS SIN RESOLVER:
UN CONFLICTO ES UNA PERTURBACIÓN DEL ANIMO QUE CREA ANGUSTIA, CONGOJAS, Y AFLICCIONES.
1. Diferencias con los hermanos.
Mt. 18:15. Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre.
2. Falta de sujeción en el hogar.
Ef. 5:21-25; Someteos unos a otros en el temor de Dios.
5:22 Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor;
5:23 porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.
5:24 Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.
5:25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,
Col. 3:18-21.Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor.
3:19 Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas.
3:20 Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor.
3:21 Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten. 3.Problemas entre padres e hijos.
Ef. 6:1-4. Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo.
6:2 Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa;
6:3 para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.
6:4 Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor. II. LOS PECADOS SIN CONFESAR, LOS PECADOS SON ESTORBOS EN LA VIDA ESPIRITUAL.
1. Nos interrumpen la comunicación con Dios.
Is. 59:2. pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír.
2. Grandes problemas.
Cnt. 2:15.Cazadnos las zorras, las zorras pequeñas, que echan a perder las viñas;
Porque nuestras viñas están en cierne.
3. Nos impiden correr en el camino de la vida eterna.
He.12.1 Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,
III. LA PEREZA ESPIRITUAL, LA CUAL HACE QUE LA PERSONA SE DESCUIDE Y DEJE DE OCUPARSE EN LO QUE EDIFICA.
1. Hemos sido llamados para trabajar en la Obra del Señor.
1 Co. 15:58.Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.
2. La pereza produce sueño espiritual.
Pr. 6:9-11. Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir?
¿Cuándo te levantarás de tu sueño?
6:10 Un poco de sueño, un poco de dormitar,
Y cruzar por un poco las manos para reposo;
6:11 Así vendrá tu necesidad como caminante,
Y tu pobreza como hombre armado.
3. La pereza destruye nuestra casa espiritual.
Ec. 10:18. Por la pereza se cae la techumbre, y por la flojedad de las manos se llueve la casa.
CONCLUSIÓN: El Apóstol Pablo recomienda que nos despojemos. De todo peso del pecado que nos asedia y que corramos con paciencia la carrera, desechando toda inmundicia y malicia, para servir en santidad y verdad a nuestro Señor Jesucristo. En esto conocerán todos que somos Hijos de Dios, si tenemos amor los unos para con los otros.
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