“Y aconteció que estando ellos
allí, se cumplieron los días de su alumbramiento. Y dio a luz a su hijo
primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no
había lugar para ellos en el mesón” (Lucas 2:1-7)
Amigo lector esta tierna, triste
y linda historia vuelve a repetirse: Digo tierna porque me imagino el nacimiento
del niño Jesús aquella noche estrellada cuando a la luz de la luna y de los
luceros en medio de un establo rodeado tal vez de animales se escucho el llanto
de un niño que nace para traernos salvación. Digo triste, porque ¿como es
posible que para todos hubo lugar en las posadas y en el mesón y para Jesús no
hubo un lugar; cualquiera pudo haberle dado alojamiento a una mujer embarazada;
pero pareciera que en ese momento los corazones de los habitantes de Belén se
habían endurecido y cada quien miraba mas su tranquilidad y comodidad que la del
prójimo, nada mas y nada menos que el Rey de reyes y Señor de señores (El hijo
de Dios , nació en un humilde pesebre porque no se hallo lugar para El en las
cómodas y confortables casas de huéspedes en Belén. Digo linda historia porque
se estaba allí cumpliendo la profecía pronunciada por Miqueas (Miqueas 5:2) “Y
tu Belén de la tierra de Judá, no eres la mas pequeña entre los príncipes de
Juda; porque de ti saldrá un Guiador, que apacentara mi pueblo Israel.”Sin
embargo esta historia no deja de conmover nuestros corazones y quisiéramos haber
vivido en aquel tiempo allí en Belén y ofrecerle al niño hospedaje en nuestra
casa y brindarle una cama nueva con sabanas limpias y cuarto perfumado y
adornado con los más lindos juguetes del mundo y hacer que la historia sea
otra.
La historia vuelve a repetirse;
en el día de hoy Jesús dice a toda la humanidad: “He aquí yo estoy a la puerta y
llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entrare a el, y cenare con el, y
el conmigo” (Apocalipsis 3:20) Jesús sigue estando fuera en medio de una
sociedad supuestamente mas civilizada que los habitantes de Belén, con tantas
comodidades lujos y confort. Sin embargo el sigue fuera tocando a ver si alguien
le abre. El Corazón de los habitantes del mundo esta atestado de maldad. Hay
lugar para la mentira, el robo, el adulterio, el crimen, el odio Etc. Pero para
Jesús no hay lugar. Tal vez porque al abrir a Jesús la puerta del corazón
implica renunciar a todos estos pecados. Pero El sigue insistiendo “¡Dame hijo
mío tu corazón y miren tus ojos por mis caminos.”
Y dice aun: “Mirad también por
vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez
y de los afanes de esta vida y venga de repente sobre vosotros aquel día” (Lucas
21:34).
Tú puedes impedir que esta
Triste historia se repita en tu vida. Acéptale hoy mismo en tu
corazón.
Escrito por: Pastor Isidro
Rodriguez
No hay comentarios:
Publicar un comentario