Un pastor le pidió a la congregación que oraran juntos para que se cerrara el bar del barrio. Luego de orar por varias semanas, en medio de una tormenta eléctrica, cayó un rayo e incendió el bar. Como el dueño, que además de ser ateo, estaba enterado de la oración, presentó una demanda contra la Iglesia. El argumentó que la iglesia había orado por ese rayo. Pero el Pastor negaba tal cosa, diciendo: “Nosotros no esperábamos que pase algo así; el no puede probar que ese rayo lo ocasionó nuestra oración".
Finalmente, el juez que llevaba el caso dijo: “No puedo creer lo que escucho: delante de mi tengo a un dueño de bar completamente ateo que si cree en el poder de la oración y a un Pastor que no cree que su oración haya hecho algo!!!”
La pregunta es: cuando oras ¿Realmente estás creyendo que Dios hará un milagro?
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