"El niño de los ojos tristes"

Yo soy el niño de la fotografía.
Soy este niño de ojos tristes, profundos y melancólicos.
No he logrado encontrar una sola foto mía de pequeño, riendo o siquiera sonriendo. Quizá porque mamá estaba por morir de cáncer desde que nací y papá era un alcohólico. Tal vez por mi tartamudez o mi grado de autismo leve...o ambas cosas. Las maestras decían que yo era “introvertido” “depresivo” o como en aquellos tiempos se resumía: “Es un niño muy triste”.

Pero un buen día, Dios decidió que me haría reír por el resto de mi vida y que El reiría conmigo.

¿Se rió Dios mientras Moisés miraba la zarza que le hablaba?
¿Se rió otra vez cuando Jonás aterrizó en la playa chorreando jugos gástricos y oliendo a aliento de ballena?
¿Se rió mientras miró a los discípulos alimentar a miles con el almuerzo de un niño?
¿Te imaginas a Jesús con niños en las rodillas y con el rostro de algunos religiosos que conocemos? No lo creo, estoy seguro que Dios ríe mucho, mas de lo que piensan algunos (aunque la sola idea haga reventar a los religiosos de cara larga y mirada sombría)

Te cuento qué cosas me han hecho reír a mi, desde hace años hasta el día de hoy:

Cada día tengo el honor de sentarme con un libro que tiene las palabras de Quien me creó. No puedo hablar con el Presidente, no pude hablar mucho con mi padre terrenal, pero cada día puedo hablar con Aquel que niveló las montañas, hizo los mares y creó el cosmos. Eso hace que me ría de felicidad!!

Al final del día, entro a tres dormitorios y acaricio a mis niños durmiendo. Me paro en la puerta y pienso como Dios pudo haberle encargado a un tipo tan imperfecto y que tropieza tanto, nada menos que cuatro hijos. Si apenas pude conmigo mismo, jamás pensé que además Dios me encargaría la tarea de forjar y guiar a estos cuatro tesoros. Eso hace que me ría de agradecimiento!!

Marcos Witt es famoso por su aporte a la música cristiana. Cash Luna está en televisión cristiana todos los días varias veces por día, y podría continuar con la extensa lista de otros ministros populares. ¿Pero yo? Creo que pocos se han dado cuenta que solo soy un muchacho salido de un pequeño y olvidado barrio de Buenos Aires. Casi nunca acepto invitaciones a ninguna parte, siempre estoy enfocado en lo que Dios me llamó a hacer, ya no suelo aparecer en los congresos junto a otros oradores, no me gusta subirme a un avión y tienen mucha razón aquellos que opinan: “No se conecta con casi nadie”. Y es cierto! Por eso, cuando cada semana me llegan invitaciones de todas pates el mundo, me pregunto: “¿Estarán seguros que quieren invitarme a mi? ¿Estarán pensando en el tipo correcto?” Eso hace que me ría de asombro!!

Dios pudo elegir a alguien como mucha mas preparación teológica. O quizá a un tipo un poco menos excéntrico que yo, que no indigne y provoque tanto a los que si saben o a aquellos que sienten que califican mucho mas que este hispano con un marcado acento argentino. Pero de tanto en tanto, el Señor me para ante una multitud de jóvenes en algún enorme estadio y me dice: “Habla de la cruz y te honraré”. Eso hace que me ría…de los nervios y el temor por tamaña tarea encomendada!!

Algunos opinan que provoco a los espiritualoides y que les contesto irónicamente, haciéndolos enojar aún peor. Y es cierto! Lo disfruto y no hay nada que me haga tan feliz como verlos ocupados en cada cosa minúscula que digo o hago. Sin embargo, cada día Dios me bendice mas, me sorprende mas y abre puertas que jamás había ni siquiera soñado. Eso hace que me ría de los que se creen sabios y cada día sienta mas empatía con aquellos que se consideran niños en los negocios del Reino!!

Cuando cada mañana de domingo me levanto, me miro al espejo con el pelo enredado, y aún sin lavarme la cara, me digo: “En un rato vendrán a River Church, miles de personas que ahora mismo se están alistando, vistiendo a los niños, desayunando a las corridas, enfrentarán un caos en el tránsito, otro tanto para estacionar, solo para venir a adorar a Dios durante poco menos de tres horas y escuchar el mensaje que Dios me ha dado. Tienen cientos de otras Iglesias mucho mas cómodas y con buenos estacionamientos para elegir, pero han decidido venir aquí. Y cuando empiezo a creer que ya no regresarán, se suman cientos y cientos mas cada semana. Cuando me preguntan qué sistema hemos empleado para crecer tanto y me doy cuenta que no tenemos ninguno y que no logro encontrarle una explicación humana…eso hace que me ría a carcajadas. Dios lo ha hecho otra vez!!!

Creo que la explicación más lógica que encuentro es que desde hace mas de cuarenta años, el Padre se ha empecinado en hacer reír a ese niño que vivía con los ojos tristes. Y quien sabe, al hacerlo reír a el, quizá haga feliz a millares mas...