
Imagen de referencia no relacionada con la noticia. Foto: Reuters
Corría el año de 1987 y en Benín, África occidental, el militar Mathieu Kérékou asumió el poder después de un golpe de Estado. Con el tiempo se declaró marxista-leninista y accedió a la colaboración de países como la extinta Unión Soviética y otros países comunistas.
Estos pactos le permitieron a la subdesarrollada Benín hacerse con un aeropuerto para su incipiente fuerza aérea, conformada por solo 5 aviones Mirage incautados a Francia durante la independencia.
Pero el suceso en cuestión ocurrió cuando Mathieu Boya, un técnico aéreo y aficionado al golf, practicaba su swing en las cercanías de Porto Novo -así llamaron a la base aérea- e impactó a la gaviota, que aturdida cayó sobre uno de los Mirage que en ese momento rodaba por la base con la cabina abierta.
En su intento por salir de la cabina la gaviota hizo tal aspaviento que desconcertó al piloto, quien fue a estrellarse contra los restantes 4 aviones, destruyendo enteramente la fuerza aérea de Benín.
Mathieu Boya fue directo a la cárcel y la gaviota, según se contó luego, logró escapar ilesa al accidente.
Con información de ABC
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